Cuidados y atenciones del hogar

Dignificar los cuidados

 

IMG_1612Nuestros y nuestras mayores, durante muchos años, formaron parte de nuestras vidas cuidándonos, acompañándonos, aconsejándonos, sosteniéndonos…

Sin sus aportaciones nuestras vidas no tendrían el mismo sentido. Es en la última etapa de su ciclo de vital cuando nos toca devolverles todo el valor generado durante tantos años, sin dejar de disfrutar de todo lo que nos pueden seguir aportando: experiencia, sabiduría, cariño, consejo, respeto… 

Creemos que es fundamental y necesario poner en valor en esta sociedad tanto el papel de las personas mayores como de quienes cuidan de ellas. Queremos que nuestros y nuestras mayores tengan unos cuidados dignos y de calidad; pero también queremos dignificar y cuidar a quienes cuidan. Debemos cuidar al mayor, pero también a quienes les cuidan.

Valorización del cuidado

Dignificar los cuidados es asumir que, aunque no podamos valernos completamente por nosotros/as mismos/as, podemos vivir nuestras vidas con apoyo de otros/as: nuestras familias, nuestro entorno y otras personas que tienen en cuenta lo que nos importa y que trabajan por ello en las mejores condiciones posibles. Al fin y al cabo, la vida solo puede ser vivida si contamos con el apoyo de otros, solo que en algunas etapas, como en la niñez o en la vejez, ese cuidado deber ser mayor. Si asumimos esto, debemos reconocer el lugar central que el cuidado ocupa a la hora de hacer sostenibles nuestras vidas. Por más que durante siglos se haya negado y ocultado la importancia del cuidado, es hora de reivindicarla sin titubeos.

Pero lo cierto es que nuestro modelo social nos impide garantizar estos cuidados sin recurrir al mercado o dejarnos la vida en el camino. No definimos esta situación como deseable (más bien al contrario), pero partimos de ella como una realidad. Nos vemos obligados, por tanto, a dejar en muchas ocasiones el cuidado de los nuestros en manos profesionales que asuman esa responsabilidad, sabiendo que tenemos que co-responsabilizarnos de que puedan ofrecer la atención y apoyo necesarios con el máximo reconocimiento y en las mejores condiciones laborales y profesionales.

Y es que el desempeño del trabajo en cuidados es especialmente sensible y humano, con un carácter vocacional y una función social importantísimas y, como tal, debe ser reconocido.

Cuidamos a quien cuida

Las personas que desempeñan su trabajo ofreciendo cuidados deben ser también cuidadas. Como profesionales, tenemos mucho que aportar y mucho que recibir. En esta relación bidireccional debemos encontrar las fórmulas para sentirnos cómodos/as y estables con el desempeño de nuestro trabajo. Porque la garantía de unos cuidados dignos está en cuidar también de el/la cuidador/a.

El cuidado no está valorado en nuestra sociedad. Es un trabajo que se considera (y como tal está remunerado) de inferior nivel. Y desde que poco a poco va recayendo en manos de personas migrantes, la situación va agravándose.

Esta no es la concepción que manejamos en Senda de Cuidados. Para nosotros, los cuidados son algo positivo y valioso, desde el reconocimiento de que todos somos personas interdependientes que necesitamos apoyarnos los unos en los otros. En nuestra asociación, queremos regular estas relaciones, dotarlas de dignidad y reconocerlas (también económicamente, con un salario justo). Valorar a ambas partes, cuidador y cuidado, por igual.

Al igual que no creemos que el cuidador deba hacerse con el control de las decisiones (es un empleado), tampoco creemos en la explotación en el trabajo que define demasiadas de las situaciones que se dan en este sector. Al fin y al cabo, los derechos de los cuidadores revierten en la calidad de la asistencia que reciben los mayores y, con ello, aumentará también la calidad de vida de estos últimos.

Debido al importante rol que cumplen los cuidadores en nuestra sociedad, creemos que es necesario que se luche por la protección de esta figura y por la mejora de sus condiciones laborales: Senda de Cuidados está comprometida con ello. Creemos que si empobrecemos los cuidados, nos empobrecemos como personas.